HIPÉRBOLES PARA SILVESTRE
( Poema 182)
Cuando Silvestre me mira
Ilumina hasta los rincones
Más oscuros de mi alma,
Florecen jazmines azules
Desde el dolor de mis huesos,
Y por un instante
El limón y el vinagre
En los estantes,
Se convierten en almíbar
Cuando Silvestre sonríe,
Mueven la cola al unísono
Todos los perros del barrio,
Mi corazón se para de manos
Y baila, con paso de murga,
Por la vida y la esperanza renovadas
Al ritmo de sus brazos
Y sus piernas que se agitan
Cuando Silvestre llora
Se humedecen las mejillas de la luna
Oscurecida por las nubes,
Que, atolondradas, chocan entre sí
Entonces todo se llueve
Mientras el sol, se enternece y no calienta
Cuando Silvestre duerme,
El mundo hace una pausa
Frente a su ventana,
Le silba el viento
La canción de los días
Con música de violines
De la sinfónica de grillos,
Las estrellas le guiñan un ojo
Y los pájaros en silencio
Le prestan alas a sus sueños
Entre tanto, Silvestre va creciendo
Y, aunque todavía no pregunta ¿POR QUÉ?
( Paradojas de la vida)
Todo él, todo en él
¡ Está lleno de respuestas!
HAIKUS XIV del 60 al 64
60
Dice la lluvia
No te marchites nunca
querido mundo.
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61
Debes saberlo
La verdad encandila
aún más que el sol.
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62
Soñé su rostro
reflejado en el sol
Y todo sonrió.
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63
Ya sin adornos
te miro a los ojos
¿Qué más preciso?
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64
Sendero fácil
Te da placer llevarme
a donde no voy.
SIN PECES DE COLORES
(Poema 181)
No hay nada que permanezca
La sirena del barco,
anuncia la partida del sueño
La mirada agota el firmamento
hasta hundirse en el agua indiferente
El beso postrero, se queda atorado, siempre
Inútil, la noche
baja su telón de olvido
El aire denso
incuba el último llanto
Sin el fulgor de sus ojos
que oscurecía las estrellas
La humedad del amanecer
caló en mis huesos
¿Qué hago acá todavía
en este puerto sin peces de colores?
Así, sentado solo y sin red
en el abismo de existir
Escribo, para no caer
Una palabra, busco
Inflexible, como el sol
O suave, como el roce de un ala
Que baraje de nuevo
Que desate el nudo
Que disipe la niebla
Que ilumine la sombra
¡ Qué la traiga de vuelta!