CUANDO LAS COSAS NO TIENEN MOVIMIENTO (Poema 318)

CUANDO LAS COSAS NO TIENEN MOVIMIENTO
              (Poema 318)

Bajo la piel arrugada se pudre
El árbol de mis venas
Y una astilla me hiere el corazón

Se enfría el regazo
de la silla vacía
Y se llenan mis ojos
De un agua salada
Que no va al mar

Un silencio ominoso
Se apodera de la casa,
Hasta les falta vida
Al alma de las cosas
¡No tienen movimiento!
Se quedan quietas, mansas

¡Cuándo tú no estás!