LA CANCIÓN DE TUS MANOS (Poema 338)
Cuando te hablo,
No trago saliva,
Es que tengo el amor
En la punta de la lengua
La esencia del mundo
Está en tus ojos
Pájaros del alba
Que vuelan mirándome
Qué feliz me siento
Dejando pasar el tiempo
Sentado en el sí
De tus abrazos
La canción de tus manos
En la madrugada
Es un manantial desbordado
Esparciéndose por mi cuerpo
Tu amor,única llama encendida
En el camino incierto
De lo cierto
No sé por qué artilugio
Te has hecho sol
Y todo gira en torno a ti
Luz sorprendida
Por las uvas de tu piel
Radiante.

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