Maniatada la esperanza Por las urgencias del tiempo, Nuestras manos tenues Aún esparcen pétalos de rosa, Resistimos los hachazos Que quieren derribarnos, Como árboles de pie. ¡No seremos aplastados Por los déspotas! Mortecinos y oscuros Sus vidas, sus acciones Están llenas de muerte ¡Almas sin sol Si están perdidos ¿Por qué seguirlos? Más allá del amor Nada nos guía. De a poco, vamos encendiendo la luz Es un comienzo, al menos, Dejemos de vivir Evocando horas felices, Es tiempo de soñar Ternuras nuevas, Cosas que aún no han sido Pero que un día podrán ser ¿Qué es tarde te dicen? ¡Mienten! Todo tiempo es tiempo justo Para el amor y para los sueños Cuando vamos por ellos.
Guárdame en la alegría Perpetua de mirarte, Sin más luz que la tuya Me rescato de mi sombra
Siento en tu boca El sabor permanente De estar vivos, Mientras suena mi corazón Junto al tuyo
Te amo más, tal vez Por algo tuyo que necesito Pero me es inalcanzable Y allá voy, tras ese anhelo Mientras me tienes y te tengo Pero nunca por completo
Te nombra el alba Y dulce de aurora Resplandeces, Nuestros pasos juntos Una vez más, se reconocen
Auxilio de mis días Socorro de estos años, Cuando tu risa Retumba por la casa ¡No necesito más!
Es como un pan celeste Que cae del cielo, Para quitarme el sabor De la amargura.
Se me estremece el corazón Al soportar sobre los hombros Tanto camino oscuro, tantos remiendos En la piel del alma. Pese a todo, hay que vivir, lo sé ¡Pero qué cansancio! Cuanta nostalgia, me cubre algunos días En que quisiera haber perdido La memoria, pero yo me acuerdo Hasta dormido, de momentos bellos Y no tan lejanos ¡Pero irrepetibles! Entonces, solo escribo, amargo y fácil Aunque no entienda ni para qué. Conjuro de medianoche, viento profundo ¿Qué haré con esta sombra Que ya comienza a vestirme?
No le faltan, la luna Ni el mar, una mañana de sol Con unas pocas nubes Apuradas por el viento. Y sin embargo El poema viaja herido, Porque ve más allá De los sentidos, Recuerda y describe Lo que ya no está, Pero guarda en la memoria Presente, lo que vendrá. Siempre es duro saber, Se paga con amargura, ¡Pero el bardo va! Con sus pasos ansiosos De arduos caminos, Lleva a cuestas su mochila De esperanzas y desengaños, Atravesando la soledad Las tempestades,la incomprensión Dejará su caracol en la playa, Hasta que un día cualquiera Alguien lo ponga en su oído y escuche Ese murmullo del alma, Un son profundo que lo conmueva O que lo perturbe, Entonces tal vez sonreirá O derramará una lágrima. Esa emoción es el pan del poeta, Cada poema es un mapa del tesoro Que todos llevamos escondido, Es su botella arrojada al mar.