Estamos heridos Nos sentimos exilados Entre los hombres, ¡ Si nuestra bondad No les sirve! No es útil a sus propósitos, Sopla una pena De hojas secas Hay un viento Que nos arrastra Y nos cansamos de ir De aquí para allá, No somos dignos quizás Ni siquiera de la esperanza, Que el alma también Se gasta y envejece. No se puede vivir aquí Siempre en el dolor, Es un lugar inhabitable Que está superpoblado Y donde nos sentimos solos Como una estatua En una plaza sin juegos, En la que todo ha muerto, Descorazonadas estatuas somos Quietas ya y sin sangre Pero con lágrimas, Para llorar el sueño Que nos han quitado.