lunes, 7 de noviembre de 2016

DELIRIOS INFINITOS (Narración 1)

DELIRIOS INFINITOS
(Narración 1)

     Yo no creo mucho en el infinito, es más, estoy un poco peleado con él.
      Cuando era chico, mi viejo era una especie de superman para mí, con superpoderes, invencible, inmortal, infinito.
      Ya en la adolescencia, para afirmar mi personalidad, obviamente, le cuestionaba casi todo.
      Más tarde, de adulto (hace un rato nomás) confirmé que con errores y todo, sí era un super-héroe, pero como tal, tenía su Kriptonita verde. En este caso la Kriptonita verde fue el dólar, que en el 2001, se llevó sus superpoderes, sus bienes, su salud, pero nunca su dignidad.
     Cuando finalmente en 2012 murió, con él partió un pedazo grande del infinito.
     En cuanto al amor ¿a quién no le han dicho, te quiero para siempre y hasta el infinito? y un par de años después te piden un tiempo ¡y al carajo el infinito!
     Tal vez el siglo 21 sea el siglo del fin de la historia, de las ideologías y también del infinito.
     Quizás el infinito, no sea más que una hipérbole, una exageración. Un año en Plutón, para nosotros es infinito ¿Cuánto será un año nuestro, en el calendario de las mariposas?.
      Cuando en las madrugadas, salgo de mi cubículo a mirar las estrellas, me pregunto ¿ son infinitas, o son limitadas mis ganas de contarlas?
    Ahora, que lindo sería enseñarle a nuestros hijos a dormirse contando estrellas, en vez de contar ovejas, les inculcaríamos un afán de cielo.
     Pero el infinito parece dominado por los matemáticos y los contadores, y jamás, por
los soñadores y los poetas.
     Cuando vas a pedir un aumento, para pagar tus infinitas deudas (infinitas porque nunca terminás de pagarlas) ellos se atajan diciendo: " No puedo aumentarle porque no me cierran los números"
      ¡Pero claro! ¿ Cómo le van a cerrar si son infinitos?
    Sin embargo y pese a todo, hay algo que me inclina al infinito, que me reconcilia con él:
    Si bien lo miramos, ese ocho acostado, tal vez de puro cansado, semeja una guitarra o un cuerpo femenino.
   ¡ Y que hermoso es andar por la vida, rasgando las cuerdas
del infinito, por amor a una mujer!

No hay comentarios:

Publicar un comentario