Poco a poco, nos vamos arraigando En el dolor de la leña ardiendo, De ese árbol, que no murió de pie
Las llamas de la ambición y la codicia Ya están quemando el cielo ¿Dónde anidará nuestra risa Sin un lugar para el aire?
Todo alumbra en la ciudad Pero nada ilumina Todo enceguece Pero ya nada brilla
Poco importa, si la Tierra Es redonda o plana, Si la estamos aplastando Con todos en ella
Cada vez que un árbol Muere niño, El aire es más oscuro E incuba el llanto De la Madre primigenia
Hay palabras, quizás como semillas Y que algún día, tal vez Removerán la tierra De nuestras almas dormidas ¿Lucharemos al fin, contra el espanto?
¡ Qué no sea muy tarde! Cuando fusilen a las mariposas Por libar las flores De su propiedad privada, Cuando sequen el mar Para ponerle sal, a su ensalada.
En este tiempo sin palabras Donde sobran las palabras, Busco con los ojos bien abiertos Y el corazón en la mano, Algo semejante a una mirada De hombre, a un poema humano
Una mirada compasiva Pero no lastimosa, Que construya, que repare Que reconstruya, que sane ¡ Hay tanto por hacer!
Camino a tientas, tambaleando Entre la niebla de la indiferencia, Mis hermanos están cansados Hambrientos y golpeados ¡ Qué fácil es pegarle Al que vino al mundo Desnudo, y así se queda!
No sé a donde me llevará Cada poema que escribo Pero viendo a mi alrededor, Si había algo que perder Ya lo hemos hecho Hace mucho tiempo
Y aunque me cueste escribir ¡No es de poetas, quedarse callado!
Caminamos a ciegas Intentando con un fósforo Iluminar la sombra De nuestras dudas
Arrastramos por la vida Nuestro pesado yugo De culpas, frustraciones Y esfuerzos en vano
Aunque huyamos del traidor Y su daga por la espalda, Sabemos bien, que eso No cura las heridas
Pero aún tenemos en la boca Un racimo de palabras, Unas risas, un vino añejo En las bodegas del alma
En el aire, ese viento Que embiste las hojas Y nos trae el recuerdo De unos cabellos, De una mirada
Y en los ojos cansados, Aún encendida la estrella Por dos mil años de abrazos, De dulzura inocente (Una mujer hablando con su perro Unos chicos corriendo en la plaza)
De pequeños detalles Que desvanecen, El centro mismo De la sombra, Su esencia indomable
Cuando recordemos estos días Diremos, eran tiempos muy duros No era fácil vivir, lejos de los abrazos Del Café, del Teatro
Días de domingo sin fútbol Sin nietos por la casa, De rimas en ausencia De muerte en soledad
Mientras escribo Los renglones se estrechan Las palabras se amontonan Y caen al espacio Que no pudimos compartir
¿Se aprende del dolor? Yo no lo sé ¡ Es todo tan extraño! Hemos visto el festín De la muerte Y a quienes la festejan, Hemos visto marchar al odio Por calles y plazas
Pero no vamos a tirar La luz por la ventana Aunque la tristeza Clave su aguijón
Aún tenemos La dulce ignorancia De no conocernos, Pero saber Que navegamos juntos Y que siempre, Será posible el mar.
YA NO HAY POEMAS QUE HABLEN DE LA LLUVIA ( Poema 248 )
Zarpé de madrugada En busca de mis sueños, El barco que me trajo Se hundió en la travesía
Con las últimas fuerzas Pude alcanzar la orilla Solo con mi esperanza Que quiso reposar A la sombra de un árbol Ese, que tirita bajo la luz Fría, de un farol
¡Tanto dolor por un minuto de ver! La noche, es un murciélago infinito El trueno, vino a cobrar Su acreencia con las nubes y gritó Se asustó el cielo y lloró a cántaros
¿ Y yo, que puedo escribir? ¡ Ya no hay poemas Que hablen de la lluvia!
Cada pequeña cosa Es hoy una hazaña diaria, Y se despierta uno En mitad de la noche, Con el sabor metálico De una fruta de hierro
Mientras aprendo cada día A vivir en la incertidumbre De un mundo irreal, En el que hasta las palabras Parecen vencidas Y sólo tejen sombras
Necesito existir, claramente Donde crecen tus ojos, Donde tu voz ilumina Todo aquello que toca, Y en medio del viento y el barro Pavimentas, un camino seguro
Porque sabes en tu ser Transparente como el agua, Que cuando se sequen las estrellas Como piedras sin nombre, Cuando ya no importe la forma Sólo entonces, aparecerá el fondo.
Enciendes el día con tus manos Tu mirada crea el espacio Me desbaratas la tristeza A puras bocanadas de ternura ¡ Qué claro parece el mundo! En la caricia que el viento Dibuja en tu sonrisa
No lo piensas al amor No escribes sobre el amor Ni te hace falta, Pues quien te mira ¡ Ve el amor! En todo su esplendor Y su inocencia.
Quiero mi desayuno de aire libre Mi andar entre un crujir De hojarasca en otoño Esa fiesta de flores en los ojos Volviendo a la mañana del trabajo La brisa, trayendo el aroma Del café y el pan tostado Como maná del cielo
Quiero estrujar a Silvestre Por las tardes, al salir del Jardín Explicarle las sinrazones y los porqués, Asombrarnos juntos de la belleza De las mariposas, de los picaflores O simplemente reírnos y jugar
Quiero mi desorden y mi caos No el orden de los despachos Ni la asepsia de los hospitales, Quiero los apretones de manos Los abrazos interminables Y los besos que curan
Quiero emborracharme con amigos Y brindar por su salud, Mientras hablamos de poesía O encontramos a los bueyes perdidos Y damos vuelta al mundo Como una media: ¡Afuera lo de adentro! ¡Arriba los de abajo!
Quiero ser ingenuo y creer ¡Qué haremos la revolución! Que llegará ese día después Y habremos aprendido, esta vez Entonces sí, mañana, Será mejor que ayer.
Escribo palabras mariposas Palabras hojas, Escribo palabras ángeles Palabras barrilete, Escribo palabras golondrinas Palabras viento, Escribo palabras abejas Palabras tiempo, Entonces las palabras vuelan Y yo salgo de mi encierro.
El sol o la divinidad Quisieron mirarnos Entonces hicieron Un huequito Entre las nubes Y así nacieron
Porteras del aire Guardianas de la luz Las ventanas, son los ojos Y los pulmones de la casa
Para los presos Para los enfermos Para los que no pueden salir Son el metro cuadrado de libertad El mínimo resplandor Del paraíso perdido
Cuando estamos tristes Se lavan nuestros ojos En el gris de una tormenta Y disimulan, nuestras lágrimas
En los tiempos felices Abren sus brazos Arengando a la multitud A participar de la fiesta
Por las noches Justo antes de dormir Exprimen la luz de las estrellas Hacen una sábana De las constelaciones Y le dan marco a la luna Que posa, frente a nuestros ojos
Por eso, hoy no saludo Ni despido a ningún afecto A través de ustedes Hoy me pongo de pie Agito mis manos Y les hago una reverencia Con sencillas palabras
Mientras ustedes, ventanas Se abren y se cierran Como las flores Como los libros ¡Cómo la vida misma!
Estuve tres noches sin dormir Fumé varios cigarrillos Bebí alcohol hasta el hartazgo Acaricié y reputié, a un gato Discutí a los gritos con mi mujer Y luego hicimos el amor Quemé papeles Escribí en la penumbra, Pero aún así... ¡ No soy Bukowski !
He decidido adoptar este instante Ampararlo y verlo crecer Ya lo estoy alimentando, Con los recuerdos De mi mochila de ayer Y con los sueños, Que guardaba para mañana
Ahora viajo más liviano Sólo tengo este instante ¡ Tiene todo lo que necesito ! Quisiera que dure para siempre ¡ Pero no está en su naturaleza!
Él solamente abrió sus manos, Me regaló una mariposa Breve flor con alas Me miró con ternura Y se marchó
¡Mas no me rindo! No hay tiempo para lágrimas ( Aunque las hay) Si partió este, iré por otros Tal vez sea eso la vida, La tanza, en un collar De inasibles instantes
Ya otra vez me quedé callado Mudo, sin palabras Ya otra vez se tensaron En un nudo,las cuerdas De mi garganta
Estábamos con Silvestre Los dos de pie, Mirando por la ventana Pasar la vida Con ojos de principiante
Todo ocurría por primera vez Los árboles, los pájaros Los autos, los camiones Los vecinos, el viento... Nacían, crecían y partían Ante nuestra atenta mirada
Mientras respondía sus preguntas Así nomás, de repente Sin prequirúrgico, sin anestesia Se abraza de mis piernas y me dice: "Abuelo, te quiero mucho"
Entonces ( o me pareció a mi) Los árboles bailaron para nosotros Los jilgueros entonaron el Himno a la Alegría Y pude entender, una vez más, Como antes, con mi amor Con mis hijos, con mis amigos Para que vine acá
Y si no hice la revolución Al menos comprendí En la pureza de sus ojos En la espuma de sus manos Que aún es posible la ternura
Ahora que sé, porqué llegué hasta aquí Es que quiero dar un paso más.