NACER ANTES DE MORIR
(Poema 342)
Que no hiera el silencio
Mi palabra,
Que no busque culpables
Mi apatía,
Si soy mi propio enemigo
Sentenciado,
Si me condenan las luchas
Que no di.
No he de entregarme
Al tiempo, aunque el esfuerzo
Sea inútil,
Aún siento la vida en mí,
Su aliento me recuerda
En cada latido,
Que puede cada dia
Amanecer un sueño.
De cara al sol
Se disipa mi sombra,
Entonces vislumbro
Lo inasible, lo que resuena
Dentro de mí
Y espera paciente
Ver por fin la luz,
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