HIPÉRBOLES PARA SILVESTRE (Poema 182)
HIPÉRBOLES PARA SILVESTRE
( Poema 182)
Cuando Silvestre me mira
Ilumina hasta los rincones
Más oscuros de mi alma,
Florecen jazmines azules
Desde el dolor de mis huesos,
Y por un instante
El limón y el vinagre
En los estantes,
Se convierten en almíbar
Cuando Silvestre sonríe,
Mueven la cola al unísono
Todos los perros del barrio,
Mi corazón se para de manos
Y baila, con paso de murga,
Por la vida y la esperanza renovadas
Al ritmo de sus brazos
Y sus piernas que se agitan
Cuando Silvestre llora
Se humedecen las mejillas de la luna
Oscurecida por las nubes,
Que, atolondradas, chocan entre sí
Entonces todo se llueve
Mientras el sol, se enternece y no calienta
Cuando Silvestre duerme,
El mundo hace una pausa
Frente a su ventana,
Le silba el viento
La canción de los días
Con música de violines
De la sinfónica de grillos,
Las estrellas le guiñan un ojo
Y los pájaros en silencio
Le prestan alas a sus sueños
Entre tanto, Silvestre va creciendo
Y, aunque todavía no pregunta ¿POR QUÉ?
( Paradojas de la vida)
Todo él, todo en él
¡ Está lleno de respuestas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario