viernes, 6 de septiembre de 2013

FUI EL PADRE DE UN COMETA (Poema 53

FUI  EL PADRE DE UN COMETA (Poema 53)


Amigos, yo fui el padre de un cometa
Hoy quiero contarles esa historia
No son veleidades de poeta
La llevo grabada en mi memoria

Recuerdo el momento imborrable
Nos acercó su órbita veleta
Lucía su cabellera innumerable
Cómo un ángel vestido de cometa

Lucía una mirada de esmeralda
Que iluminaba todo de repente
Hasta al tiempo le dobló la espalda
Se unían el pasado y el presente

Un otoño la adopté y fue primavera
Cuando se encotró por fin con sus hermanos
Para mí fue vivir una quimera
Estrechar los cinco dedos de una mano

Nos gustaba hablar de madrugada
Que es cuando más brillan los cometas
Me decía si estaba alegre o asustada
Me dejaba creer que yo era un buen poeta

Pero traía también un gran dolor
Que pretendí aliviar sin mucha ciencia
Tratando de que sobrara amor
Allí donde faltaba mi experiencia

En esto cometí un grave error
La vida no es poemas ni canciones
Para calmarle al cometa su dolor
No alcanzaba con las buenas intenciones

Dijo una estrella vieja y muy celosa
De algún lejano y sórdido planeta
"Culmina tu jornada venturosa
La dicha no es eterna ni completa

Tendrías que saberlo bardo iluso
El universo entero, la respeta
La ley de gravedad fue quien dispuso
¡No puedes ser el padre de un cometa!"

En la hora fatal del desencuentro
Un huracán devastador de sentimientos
Un silencio mineral, como de piedra
Y el metálico regusto del desprecio

Ahora estoy cumpliendo mi condena
Pagando muy caro, mi osadía
Por la herida abierta de mis venas
Me voy desangrando de utopías

Tres veces negado, como el Cristo
Tras un muro bloqueado, aún resisto
No por obstinado, menos por valiente
Es que no la he llorado aún lo suficiente

Algo en mis ojos de pájaro perdido
Dice que no volveremos a vernos
Pero nunca me daré por vencido
Ni tampoco me hundiré en el averno

Malheridas algunas ilusiones
Que en el alma dejan cicatrices
Buscaré otro vértigo de halcones
¡ Nunca volaré con las perdices!

Me despido amigos y les digo
Por si su órbita, de nuevo aquí la acerca
Llevo siempre un telescopio conmigo
Y cuando duermo, dejo la ventana abierta.