Harto de muros, caminé a la vera de los caminos La dulzura de sus aguas solo aumentó mi sed Su resplandor disipó la niebla de mis ojos ¡ Entonces vi tanto dolor! Que tomé un río con mis dos manos Y lo blandí como espada Amenazando al sol, que asustado Cayó al agua
Una horda de dragones quemaba árboles Antes de emprender vuelo El cielo amamantaba sus gatos Con gotas de rocío
Hasta que un viento del sur Estrechó la mano de la noche Que enamorada abría sus ojos Y juntos entonaron, la vieja melodía
La canción atravesó La piel de mi tiempo La coraza de mis días Bajé mi espada como un guerrero Después de la batalla
Libre de todo, bailé desnudo Como danzan las hojas del otoño Me alcé por encima de mí Dispuesto a cantar con todo A cantar con todos
Algunos hombres Son como las montañas Se elevan sobre la multitud Y ven el futuro, mejor Que si fuera el presente Más claro, que si fuera el pasado
Otros, sólo alzamos los ojos Al escuchar su llamado Mas cuando vislumbramos la cumbre No paramos hasta alcanzarla
Mientras tanto, dejemos sisear Vanamente a las serpientes ¡ Ellas, sólo se arrastran!